HUELLAS EN LA ARENA

Y pensar que al final de esto no seré recordado, porque te recorrí como a la playa, dejando huellas sobre tu arena y el mar del tiempo tardará muy poco en borrarlas...

¿Y MIS BUENOS DÍAS?

Un día despertás y notás que los días no son iguales, no tienen color, ya no parecen buenos, como antes que los compartías con alegría; ves en un rincón, arrumbados, los proyectos que murieron justo al empezar, tus alas te pesan y no te permiten volar y tus sueños parecen extinguirse, te sentís anclado a la tierra como un árbol que no puede dar frutos y que está condenado a marchitarse y morir; vas al espejo y te ves viejo, desagradable, feo, tonto e inútil, sabés que sos el único que te podés querer y no lo hacés, estás solo, te demostraron con actos lo contrario a lo que te pedían con palabras, a vos, que siempre defendiste el valor de la palabra empeñada, al que siempre pensó que las más maravillosas que podían existir eran “buenos días” y que no las encontraste en propiedad, aunque te esforzarte para que cada persona que las recibiera de vos las sientiera suyas, porque van cargadas de un poco de tu corazón...ojalá esto no me pase a mi, yo sigo esperando mis “buenos días”, mientras tanto: ¡¡¡BUENOS DÍAS A TI QUE LEÍSTE ESTO CON AMOR!!!