Puedo ver cómo mis ojos se derraman sobre los pedazos de mi ser, cómo se escapa el mundo en palabras escritas con la tinta roja de mis muñecas, cómo mi voz se apaga en la tenue luz del final de un cuento, cómo mi corazón en el suelo, con sus latidos agónicos, es pisoteado por mi propio pie.
lunes, mayo 19, 2014
martes, diciembre 04, 2007
CINCO MINUTOS EN EL CIELO Y DESPUÉS...
Sólo cinco minutos y de nuevo a la realidad de las personas grises y las caras largas...
Un momento que pudo cambiar la rutina y llenar el alma de sonrisas o el corazón de heridas...
Un espacio físico y de tiempo entre dos cuerpos para ser llenado de sentimientos...
Trescientos segundos de historias compartidas donde el final queda por escribirse o llega temprano...
Un diminuto lustro en el que se gana o pierde una vida...
Un momento que pudo cambiar la rutina y llenar el alma de sonrisas o el corazón de heridas...
Un espacio físico y de tiempo entre dos cuerpos para ser llenado de sentimientos...
Trescientos segundos de historias compartidas donde el final queda por escribirse o llega temprano...
Un diminuto lustro en el que se gana o pierde una vida...
lunes, junio 04, 2007
DE ÁNGELES Y TRISTEZAS
Aunque el silencio los rodee, sus almas estarán unidas en una sola armonía...
Aunque la distancia sea inmensa, ese abrazo nunca se romperá...
Aunque los mortales den la espalda, los ángeles siempre estarán de su lado...
Aunque la distancia sea inmensa, ese abrazo nunca se romperá...
Aunque los mortales den la espalda, los ángeles siempre estarán de su lado...
SOLEDAD
Ahora que despierto y no estás a mi lado, vuelvo el pensamiento a los sueños experimentados en la última noche juntos, trato de revivirlos sabiendo que sin vos a mi lado ninguno de ellos podría hacerse realidad... es por eso que espero que si alguno de esos sueños construidos fue de los dos, nos encontremos al final de nuestros días allá donde se esconde el sol.
jueves, octubre 26, 2006
DUDAS
Si te pregunto que si me querés...
tal vez dude de tus sentimientos... (o los míos),
tal vez sólo me hace falta escucharlo... (otra vez),
tal vez sólo nos quedan las palabras,
tal vez sólo espero un si o un no sin justificaciones,
tal vez sólo quiero decirte que yo también...
tal vez dude de tus sentimientos... (o los míos),
tal vez sólo me hace falta escucharlo... (otra vez),
tal vez sólo nos quedan las palabras,
tal vez sólo espero un si o un no sin justificaciones,
tal vez sólo quiero decirte que yo también...
domingo, septiembre 17, 2006
A LA CARTA
Voy a comerme cada una de mis penas,
agregaré las lagrimas derramadas,
mi corazón partido en trozos
y la sangre que brota de mis venas,
haré una salsa con mi alma destrozada,
sazonándola con todos mis sollozos,
herviré mi cuerpo a fuego lento,
para hallar sabor a redención,
devoraré mis ansias y deseos
para matar de una vez el sentimiento
que hoy me causa esta aflicción,
decoraré este manjar con agonías,
con el dulce sabor de los quebrantos
de los momentos que fueron alegrías
y poco a poco se han convertido en llantos,
de postre serviré mis pensamientos,
con el agridulce sabor de la pasión,
aquella que acaba a veces el amor,
sin dar paso a arrepentimientos,
con locura y vehemencia,
tragaré de un sorbo mi dolor
y así pondré fin a mi existencia.
SUSPIROS
Si sólo por un instante pudiera disfrutar de vos, de tu cuerpo,
si pudiera dedicar sólo una noche a complacerte,
si pudiera tan sólo darte eso que te ilumina el rostro,
...pondría mi vida entera para conseguirlo,
así se justificaría el hecho que mi existencia fuera tan efímera como un suspiro de amor.
SUEÑO SUICIDA
Sueño con mis pensamientos saliendo de las heridas en mis muñecas
tengo miedo...
miedo de mi...
de mi vida...
de la vida...
del vacío existencial...
de las dudas infundadas...
del mundo exterior...
de caer en la necesidad de todos por pertenecer a algo, a alguien, a ellos...
puedo verme envuelto en mi propia sangre, con mis vísceras expuestas,
con mi cabeza destrozada contra la pared...
en un rincón y sonriente, está mi alma,
observando como por fin pudo escapar de su cárcel,
mientras mi cuerpo,
cae
y se duerme.
CLASIFICADO
Busco con quien compartir los sueños construidos para no dejarlos tirados.
Busco compañía para un plan de vida con un futuro sin reglas escritas.
Busco alguien que no se quiera ajustar a ninguna medida ni de tiempo ni de espacio.
Busco quién me ayude a disfrutar lo más simple de la vida.
Busco una persona que repare momentos y experiencias rotas.
Busco un ser que recoja mis lágrimas y se apoye en mi cuando sienta desfallecer.
Busco a quién me necesite a mi, tanto como yo a ella...
Busco entregar este amor que creció con el pasar de los días y a pesar de las circunstancias no muere...
domingo, septiembre 03, 2006
QUERENDONA, TRASNOCHADORA...
Le pregunto a la Luna si es justo el dolor que la omisión de mi alma y el desatino de mi corazón le causaron... y ella sólo responde con su dulce mirada, esa tenue sonrisa que libera en medio de la profunda tristeza y una lágrima de perla que rueda sobre la piel morena de la noche...
VOS
Vos sos la mujer de mis sueños, de mis más oscuros deseos, de mis noches en vela y mis pesadillas, en vos encuentro el consuelo a mis pesares, a mis penas, por eso, porque me digás “te quiero” o simplemente por devolverte la sonrisa, soy capaz de caerte del cielo o subir desde el mismísimo infierno...
BESOS
Con cada beso se entrega un pedazo de alma... perdiendo un corto instante de vida... claro que yo me siento inmortal al recordar todos esos besos que humeantes quemaron mis labios y por una u otra razón no llegaron a su destino...
CONFESIÓN
Heme aquí, pues señora,
postrado ante vos,
rogando por aquello
que un día fuera mío,
ofreciéndoos mi corazón y mi alma,
únicas prendas de mi ser,
como garantes de esta alianza.
Por testigos os pongo
a la luna, las estrellas
y todos los astros que,
con su mágica luz,
han marcado
el camino recorrido
en medio de la oscuridad de mi existencia
para hallaros.
Mi noche eterna,
ilumínese con vuestra sonrisa;
traiga paz a mis ideas,
el susurro de su voz
y apague el fuego voraz de mi dolor
el tibio roce de sus labios.
A vos, mi señora, doy mi sangre,
mi sudor y mis lágrimas,
a vos, mi amor, mi razón
y mi muerte.
postrado ante vos,
rogando por aquello
que un día fuera mío,
ofreciéndoos mi corazón y mi alma,
únicas prendas de mi ser,
como garantes de esta alianza.
Por testigos os pongo
a la luna, las estrellas
y todos los astros que,
con su mágica luz,
han marcado
el camino recorrido
en medio de la oscuridad de mi existencia
para hallaros.
Mi noche eterna,
ilumínese con vuestra sonrisa;
traiga paz a mis ideas,
el susurro de su voz
y apague el fuego voraz de mi dolor
el tibio roce de sus labios.
A vos, mi señora, doy mi sangre,
mi sudor y mis lágrimas,
a vos, mi amor, mi razón
y mi muerte.
R/
Benditas las cadenas que me atan a ti. Simples y puros lazos, hierro y metal, fundiéndose con mi piel y recordándome lo lejos y cerca que estás.
En esta vida, ponemos cadenas a todo lo que queremos conservar, y nos dejamos poner de aquellos a quienes queremos pertenecer. Son tan etéreos esos símbolos de unión, que pueden estar totalmente visibles, y sólo un mínimo número de personas darse cuenta.
Ponme tus cadenas, y demuéstrame que estamos hechos el uno para el otro. Prométeme que nada ni nadie podrán jamás separarnos.
Sólo me queda preguntarte una cosa: ¿Quieres encadenarte conmigo?
martes, mayo 30, 2006
CELOS
Celos debe tener la noche,
porque tu presencia opaca su magia y tus movimientos anulan su misterio.
Celos tiene la luna,
porque tus ojos le roban toda su atención y tu sonrisa le gana a su brillo.
Celos de las flores,
porque no pueden competir con la tersura de tu piel y sus fragancias quedan cortas ante tu aroma.
Celos el viento,
porque tu cabello aprovecha sus juegos para lucirse y tu voz endulza más que su canción.
Y
orgullo tiene la naturaleza
por haberte creado.
Orgullo el mío,
por tener el placer de disfrutar de tu presencia, tus movimientos, tus ojos, tu sonrisa, tu piel, tu aroma, tu cabello, tu voz…
tu cuerpo
y
tu alma.
porque tu presencia opaca su magia y tus movimientos anulan su misterio.
Celos tiene la luna,
porque tus ojos le roban toda su atención y tu sonrisa le gana a su brillo.
Celos de las flores,
porque no pueden competir con la tersura de tu piel y sus fragancias quedan cortas ante tu aroma.
Celos el viento,
porque tu cabello aprovecha sus juegos para lucirse y tu voz endulza más que su canción.
Y
orgullo tiene la naturaleza
por haberte creado.
Orgullo el mío,
por tener el placer de disfrutar de tu presencia, tus movimientos, tus ojos, tu sonrisa, tu piel, tu aroma, tu cabello, tu voz…
tu cuerpo
y
tu alma.
Veo caer buenos, veo caer malos, caen malos de ideales nobles, caen buenos de pensamiento errado.
Veo caer objetos y sueños, destrozados, por la imbecilidad de los desadaptados, que creen en la violencia como fin justificado.
Veo caer inocentes, caen a mi lado, con sus rostros llenos de desengaños, por una vida truncada en un momento inesperado.
Y yo sólo temo verme enredado en las oscuras redes de este mundo malo, perdiendo mi ser y a mis bien amados.
Veo caer objetos y sueños, destrozados, por la imbecilidad de los desadaptados, que creen en la violencia como fin justificado.
Veo caer inocentes, caen a mi lado, con sus rostros llenos de desengaños, por una vida truncada en un momento inesperado.
Y yo sólo temo verme enredado en las oscuras redes de este mundo malo, perdiendo mi ser y a mis bien amados.
ÁNGEL CAÍDO
Ser mítico de ideales nobles,
que un día probó lo que era ser hombre.
Vivió los excesos,
sufrió los desmanes,
lloró de impotencia
por todos los males
y vio de los buenos,
los ojos humeantes,
de injusticias llenos
ante la barbarie.
Ser supremo de causas perdidas,
que por un día tuvo, el calor de la vida.
sintió del amor
todos sus estragos,
los besos de fuego
y los descarnados,
las caricias blandas
y los puñetazos,
las dulces palabras
y los desengaños.
Ser imposible de mundos distantes,
que jugó su destino a un último viaje.
Pasajero al Hades,
a las inmundicias,
al lado oscuro
de esta, la vida,
que sufrió dolor,
conoció la ira,
y fue redentor
de almas perdidas.
Ser fantástico de cuentos perdidos,
de historias extrañas, que quiso estar vivo.
Ángel de mi guarda,
mi único amigo,
nunca te separes
luz de mi camino,
porque si no estás
a la muerte pido,
con su manto cubra
mi cuerpo raído.
que un día probó lo que era ser hombre.
Vivió los excesos,
sufrió los desmanes,
lloró de impotencia
por todos los males
y vio de los buenos,
los ojos humeantes,
de injusticias llenos
ante la barbarie.
Ser supremo de causas perdidas,
que por un día tuvo, el calor de la vida.
sintió del amor
todos sus estragos,
los besos de fuego
y los descarnados,
las caricias blandas
y los puñetazos,
las dulces palabras
y los desengaños.
Ser imposible de mundos distantes,
que jugó su destino a un último viaje.
Pasajero al Hades,
a las inmundicias,
al lado oscuro
de esta, la vida,
que sufrió dolor,
conoció la ira,
y fue redentor
de almas perdidas.
Ser fantástico de cuentos perdidos,
de historias extrañas, que quiso estar vivo.
Ángel de mi guarda,
mi único amigo,
nunca te separes
luz de mi camino,
porque si no estás
a la muerte pido,
con su manto cubra
mi cuerpo raído.
domingo, abril 02, 2006
Desde la puerta y atravesando un corto zaguán, en el que la memoria espera encontrarse de sorpresa a aquellos que ya no están, está el corredor de la casa, ese espacio que le da vida y que la hace ver como un barco que emerge rompiendo impetuosamente con su proa la montaña. En él se recogen la mayoría de ambientes, sensaciones y recuerdos que he coleccionado de aquella casa desde que tengo conciencia, allí, pegado de su barandal, aprendí a caminar, tal como si me llevaran de la mano; jugué como lo hacían mis familiares antes que yo, juegos de niños que hoy se han transformado en lecciones de vida; aprendí de la buena comida, con sólo disfrutar el aroma de los ricos manjares que se preparan en la cocina; y aquí, sentado en esta banca, trato de dar esa mirada apacible sobre el verde de las montañas, justo como mi abuelo lo hacía antes de sumergirse en el realismo mágico de los libros, aquí, recuerdo como con su mano grande me enseño cuando era niño que no se necesita de las ofensas para decir lo que se siente. Desde acá veo la silueta de mi abuela que recorre de una lado a otro la casa, su casa, poniendo todo en orden, sin dejar que se rompan esas reglas estrictas, impuestas con toda la fuerza y la dulzura natural de una madre. Estirándome en el piso, recuerdo esas largas faenas de limpieza que implicaba el mantenimiento de las condiciones de este lugar.
El sol ahora se esconde tras las montañas y llena de un espectáculo de colores estas paredes blancas, luego llega la noche y las luces de las casas del campo se confunden con las estrellas del firmamento haciendo que este balcón se eleve, flotando en la inmensidad del universo, convirtiéndolo en el centro. Cómo no dejar acá mi corazón si este espacio simplifica todo lo que hoy soy, si en él se encuentran encerradas todas las memorias de lo que cada día vivo y siento; aunque este lejos, su paisaje y serenidad, sus olores y sensaciones, su gente y los recuerdos, me acompañarán y no dejarán que pierda el rumbo de quien soy y de donde vengo.
El sol ahora se esconde tras las montañas y llena de un espectáculo de colores estas paredes blancas, luego llega la noche y las luces de las casas del campo se confunden con las estrellas del firmamento haciendo que este balcón se eleve, flotando en la inmensidad del universo, convirtiéndolo en el centro. Cómo no dejar acá mi corazón si este espacio simplifica todo lo que hoy soy, si en él se encuentran encerradas todas las memorias de lo que cada día vivo y siento; aunque este lejos, su paisaje y serenidad, sus olores y sensaciones, su gente y los recuerdos, me acompañarán y no dejarán que pierda el rumbo de quien soy y de donde vengo.
Tras la fachada de estilo románico de la vieja iglesia, se encuentra un salón vacío de reuniones periódicas, anteriormente, dentro de ella, habitaban pilares tan fuertes como la fe de quienes la frecuentaban, una fe que aún se ve en los ojos de los mayores, esos mayores que ven como lentamente se degradan las costumbres que hicieron grande a un pueblo, un pueblo que lentamente es arrastrado por el vicio, el vicio de la vida y la muerte.
Ahora se tiene un auditorio decorado con imágenes que no muchos reconocen, escasamente saben sus nombres, pero no saben por qué están allí, por qué debemos tomarlos como ejemplos, unas imágenes que acuden más al imaginario y a la histeria colectiva que a la ejemplificación del valor de la vida virtuosa, imágenes que responden a la necesidad de encontrar explicaciones y soluciones trascendentales a situaciones, eventos y errores cotidianos.
Un teatro de funciones vacías y repetitivas que se preocupan por obligar, subyugar y atemorizar y no por entregar su mensaje, un mensaje que al contrario de la vida actual, pide mesura en los actos, la búsqueda de la vida sencilla, maravillarse ante las cosas pequeñas, temer a la posibilidad de hacerle daño al otro, hacerse uno con los demás en la construcción de la grandeza como colectivo.
Es por eso que parado firme ante sus tres arcos, cuestiono mi fe y la de quienes dicen tenerla, yo creo, pero no de la manera como dictan los otros, y mis convicciones son más fuertes porque son dictadas directamente por mi corazón, conociendo mis virtudes y limitaciones, sin exigirme cosas imposibles, sólo un poco más, sin castigos ni premios, sólo el saber que tengo mi alma en paz conmigo mismo.
Ahora se tiene un auditorio decorado con imágenes que no muchos reconocen, escasamente saben sus nombres, pero no saben por qué están allí, por qué debemos tomarlos como ejemplos, unas imágenes que acuden más al imaginario y a la histeria colectiva que a la ejemplificación del valor de la vida virtuosa, imágenes que responden a la necesidad de encontrar explicaciones y soluciones trascendentales a situaciones, eventos y errores cotidianos.
Un teatro de funciones vacías y repetitivas que se preocupan por obligar, subyugar y atemorizar y no por entregar su mensaje, un mensaje que al contrario de la vida actual, pide mesura en los actos, la búsqueda de la vida sencilla, maravillarse ante las cosas pequeñas, temer a la posibilidad de hacerle daño al otro, hacerse uno con los demás en la construcción de la grandeza como colectivo.
Es por eso que parado firme ante sus tres arcos, cuestiono mi fe y la de quienes dicen tenerla, yo creo, pero no de la manera como dictan los otros, y mis convicciones son más fuertes porque son dictadas directamente por mi corazón, conociendo mis virtudes y limitaciones, sin exigirme cosas imposibles, sólo un poco más, sin castigos ni premios, sólo el saber que tengo mi alma en paz conmigo mismo.
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